-En el lugar del que provengo-le digo- una mujer es una dama por que se comporta como tal, porque actúa con dignidad y respeto: no se le da el tratamiento de Lady por un pedigrí ridículo...
A Callie todo le sale mal; está cansada de ser la típica chica torpe y empollona. Por eso durante una excursión a Londres decide comprar su entrada a la popularidad: un auténtico par de zapatos Prada. Pero estos resultan ser demasiado altos y, nada más comprarlos, tropieza en una de las adoquinadas aceras londinenses y cae golpeándose la cabeza. Al despertar, se encuentra en 1815. De repente se ve perdida, pero por suerte la confunden con una antigua amiga de la familia del duque de Harksbury a quien esperan de visita. Allí conocerá a Emily, la amable prima de Alex, el guapísimo pero arrogante duque de quien Callie se enamorará perdidamente y quien parece esconder algo siniestro…
Callie es una adolescente que es conocida por su torpeza y por beberse los libros. No en vano, es la empollona de la clase. En el instituto organizan un viaje a Londres y así es como Callie, acompañada de otros alummnos, cruza el charco en un avión. Una vez instalada en la ciudad del Big Ben, Callie siente que no encaja dentro del grupo de las populares y para hacerlo, decide comprarse unos tacones de Prada. Aun sabiendo que su madre la matará cuando vea la factura, la protagonista entra en una tienda y pilla unos zapatos rojos que la enamoran al instante. Para presumir, y aunque no conjunten con la ropa que lleva, se los calza y sale a dar una vuelta (muy digna ella). El problema viene cuando descubre que los tacones son demasiado altos: tropieza y cae de bruces, perdiendo el conocimiento. Al despertar, descubre que está muy lejos del núcleo urbano que recurría unos minutos antes: se encuentra en medio de un camino de tierra, rodeada de arboles y viendo pasar carruajes tirados por caballos. Comienza a caminar y llega hasta una casa en la que la confunden con una visita que esperaban. Callie decide hacerse pasar por Rebecca ante Emily, y su guapísimo primo Alex, el duque de Harksbury. Al principio, piensa que están todos locos, disfrazados y comportándose como si fuesen de otro siglo, pero pronto descubre la verdad: está en Londres en plena época victoriana. Todo parece sacado de una novela de Jane Austen. A la espera de buscar una solución a su pequeño gran problema, esta viajera en el tiempo se las apaña para cambiar unas cuantas cosas típicas del s. XIX.
Extracto de la novela:
(...)-¿Por qué ella es una Lady y yo sólo una señorita?
Alex abre la boca pero se queda callado. Le he pillado desprevenido.
-¿Perdón?
-¿Por qué no me ha llamado Lady a mí también?
La chica reprime una risita y se acerca, como si fuera a haber un enfrentamiento verbal y quisiera verlo en primera fila. El tipo que está detrás de Alex hace otro tanto. Ni que esto fuera un espectáculo.
-Porque no es usted una dama -responde Alex.
Yo lo miro boquiabierta de indignación.
-¿Qué quiere decir con eso?
Él enarca una ceja, como si le estuviera preguntando algo estúpido.
-Un dama es un miembro de la nobleza, ya sea por matrimonio o por linaje, y usted no lo es ni por lo uno ni por lo otro.
Ésta sí es buena; sobretodo viniendo de alguien que tiene una hija ilegítima.
-En el lugar del que provengo-le digo- una mujer es una dama por que se comporta como tal, porque actúa con dignidad y respeto: no se le da el tratamiento de Lady por un pedigrí ridículo...
Página del autor | Juvenil Romantica
Extracto de la novela:
(...)-¿Por qué ella es una Lady y yo sólo una señorita?
Alex abre la boca pero se queda callado. Le he pillado desprevenido.
-¿Perdón?
-¿Por qué no me ha llamado Lady a mí también?
La chica reprime una risita y se acerca, como si fuera a haber un enfrentamiento verbal y quisiera verlo en primera fila. El tipo que está detrás de Alex hace otro tanto. Ni que esto fuera un espectáculo.
-Porque no es usted una dama -responde Alex.
Yo lo miro boquiabierta de indignación.
-¿Qué quiere decir con eso?
Él enarca una ceja, como si le estuviera preguntando algo estúpido.
-Un dama es un miembro de la nobleza, ya sea por matrimonio o por linaje, y usted no lo es ni por lo uno ni por lo otro.
Ésta sí es buena; sobretodo viniendo de alguien que tiene una hija ilegítima.
-En el lugar del que provengo-le digo- una mujer es una dama por que se comporta como tal, porque actúa con dignidad y respeto: no se le da el tratamiento de Lady por un pedigrí ridículo...
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