lunes, 4 de marzo de 2013

Orgullo y prejuicio / Jane Austen



Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poderoso de una gran fortuna, necesita una esposa







Después de leerme un libro enorme sobre vampiros, necesitaba algo suave y cálido. ¿Y qué mejor remedio que Jane Austen? Ya había leído un libro suyo antes, así que ahora me incliné por su mayor éxito: Orgullo y prejuicio.



«Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa ». Nueva traducción ilustrada de la novela de Jane Austen. Este comienzo, que, junto con el de Ana Karénina, es quizás uno de los más famosos de la historia de la literatura, nos introduce sabiamente en el mundo de Jane Austen y de su novela más emblemática. Orgullo y prejuicio, publicada en 1813 tras el éxito de Juicio y sentimiento, reúne de forma ejemplar sus temas recurrentes y su visión inimitable en la historia de las cinco hijas de la señora Bennet, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas ellas. Dos ricos jóvenes, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en su punto de mira e inmediatamente se ven señalados como posibles presas . De hecho, la relación entre la hija mayor, Jane, y el señor Bingley parece muy prometedora… pero, por influencia del arrogante señor Darcy, se frustran todas las esperanzas. La intervención de Elizabeth, la hija segunda, perspicaz, consciente de su valor, y algo rebelde, determinará el rumbo de la novela. En ella el opresivo ambiente de la familia, la presión del matrimonio, la diferencia de clases, el fantasma de la pobreza y la delicada sensibilidad de una heroína decidida, pero no libre de errores de juicio y dudas de comportamiento, se conjugan para crear una obra maestra leída a lo largo de más de dos siglos.




La vida de los Bennet cambia drásticamente el día que se enteran de que un joven de gran fortuna va a vivir en una finca cercana. La señora Bennet, toda emocionada, asegura que intentará casar a una de sus cinco hijas con el rico señor Bingley. Pero el señor Bingley no viene solo, sino que le acompaña un joven amigo suyo (y con mayor fortuna), el señor Darcy. La hermana mayor, Jane, rápidamente hace buenas migas con el señor Bingley pero Darcy se mantiene apartado a un lado sin dirigir la palabra a nadie. Sus modales bruscos y orgullosos hacen que Elizabeth (la segunda hija y la protagonista) sienta aversión por Darcy.



Si Jane Austen sigue leyéndose después de más de dos siglos, es por obras como Orgullo y prejuicio. Su modo de escribir, ironizando sobre la sociedad de la época y a la vez contando una historia de amor atemporal, es una delicia para los sentidos. No recordaba que sus libros fueran tan fáciles de leer. No hay ni un sólo momento en que no esté pasando algo y la trama avanza como un torbellino hasta el final. Quizá pensé que iba a dedicarse a describir los salones, las cortinas y los jardines; nada más lejos de la realidad, ya que ni siquiera describe a la protagonista del libro.



Muchos conoceréis Orgullo y prejuicio por alguna de sus adaptaciones. En 1995, la BBC realizó una miniserie de 6 episodios con Colin Firth y Jennifer Ehle como protagonistas. Una adaptación espléndida (como pocas veces he visto) que convirtió a Mr. Darcy en el yerno ideal de todas las madres británicas. Diez años después, en 2005, salió una película protagonizada por Keira Knightley y Matthew Macfadyen. En mi opinión, esta versión es una pésima adaptación de la obra de Jane Austen. Lo primero que vi fue la película de 2005 y no me gustó nada, años más tarde vi la miniserie de la BBC de 1995 y por último, leí el libro. Estos dos últimos son imprescindibles.



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